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La tabla periódica. Las últimas incorporaciones
La
tabla
periódica
original
de
Mendeleiev
incluía
solo
63
elementos
químicos,
que
eran
los
que
se
conocían a mediados del siglo XIX. La tabla periódica actual contiene
118 elementos
.
Precisamente
los
procesos
nucleares
-
que
adquirieron
enorme
desarrollo
en
el
siglo
XX
-
han
sido
la
fuente
de
una
gran
cantidad
de
nuevos
elementos
químicos,
entre
los
cuales
destacan
muchos
de
los
lantánidos
y
actínidos
y
casi
todos
los
del
séptimo
período.
En
definitiva,
elementos
muy
pesados
que
suelen
ser
radiactivos,
con
vidas
medias
bastante cortas.
El
proceso
para
incorporar
un
nuevo
elemento
a
la
tabla
periódica
dura
varios
años.
Comienza
con
el
informe
por
parte
de
los
descubridores
a
la
IUPAC.
El
descubrimiento
debe
confirmarse
con
nuevos
experimentos
independientes.
Posteriormente,
se
asigna
un
nombre
consensuado
al
nuevo
elemento
y
ya
puede
figurar
en
la
tabla
periódica.
Estos
cuatro
elementos
han
sido
los
últimos
en
sumarse
a
la
centenaria
tabla.
Es
el
elemento
de
número
atómico
115.
Se
incorporó
en
2016
y
su
descubrimiento
se
atribuyó
finalmente
a
investigadores
del
Centro
de
Investigaciones
Nucleares
de
Dubna
,
ciudad
perteneciente
a
la
región
de
Moscú.
Se
ha
informado
de
la
existencia
de
varios
isótopos, con vidas medias del orden de los 100 milisegundos.
Este
elemento
de
número
atómico
117
fue
descubierto
en
2010
por
investigadores
rusos
y
norteamericanos
en
el
Centro
de
Investigaciones
Nucleares
de
Dubna
.
Su
nombre
hace
honor
al
estado
norteamericano
de
Tenessee,
sede
del
Laboratorio
Nacional
Oak
Ridge.
Los
isótopos
obtenidos
hasta
el
momento
son
muy
inestables, con vidas medias del orden de los 50 milisegundos.
Este
elemento
de
número
atómico
118
cierra
el
séptimo
período,
siendo
el
más
pesado
de
los
gases
nobles
y
el
único
sintético.
También
descubierto
en
2006
en
el
Centro
de
Investigaciones
Nucleares
de
Dubna
,
se
le
nombró
en
homenaje
al
físico
nuclear
ruso
Yuri
Oganesián,
director
de
dicho
laboratorio.
Es
también
radiactivo y muy inestable.
Este
elemento
de
número
atómico
113
fue
descubierto
en
2015
por
investigadores
del
Instituto
Riken
de
Japón
.
Su
nombre
significa
«tierra
del
sol
naciente»,
en
homenaje
a
la
nación
donde
se
descubrió.
Se
trata
de
un
elemento
muy
pesado,
radiactivo,
cuyo
isótopo
más
estable
es
el
nihonio-286,
con
una
vida media de 20 segundos.
Nihonio
Moscovio
Oganesón
Teneso
El
primer
elemento
químico
sintetizado
de
forma
artificial
fue
el
tecnecio
(número
atómico
43),
en
el
año
1937.
Su
descubrimiento
tuvo
lugar
en
la
Universidad
de
Palermo
(Sicilia)
y
lo
protagonizaron
Carlo
Perrier
y
Emilio
Segrè,
que
analizaban
restos
de
un
ciclotrón.
Medeleiev
le
había
reservado
un
hueco
en
su
tabla
y
lo
había
denominado
«eka-manganeso»,
ya
que
supuso
que
tendría
propiedades químicas similares a las de este elemento.