Para explicar por qué es tan fácil inflar un globo fuera de la botella, pero imposible hacerlo si está dentro, debemos tener en cuenta que, al ajustar el globo a la boca de la botella, dejamos encerrada una cámara de aire entre ambos objetos. Esta cámara de aire ejerce una cierta presión, tanto sobre la pared interna de la botella, como sobre la superficie del globo. Cuando intentamos inflar el globo, nuestra capacidad pulmonar no es suficiente para vencer esa presión interna de la botella comprimiendo el aire que la produce, por lo que al final no lo conseguimos.