Estás en: Inicio > Curiosidades > Lecturas
Newton y la historia de la manzana.
¿Existió la manzana … de Newton?
¿Existió
la
manzana
de
Newton?
Se
dice
que
sir
Isaac
Newton,
el
famoso
físico
y
matemático
inglés,
concibió
su
ley
de
la
gravitación
universal
–
uno
de
los
hitos
más
importantes
de
la
Física
–
estando
a
la
sombra
de
un
manzano.
Mientras
descansaba
plácidamente,
la
caída
de
una
manzana
le
hizo
reflexionar
sobre
la
causa
que
la
provocaba,
para
llegar
finalmente
a
la
conclusión
de
que
esa
causa
era
una
fuerza,
la
misma
que
mantenía
a
la
Luna
en
órbita
en
torno a la Tierra.
Esta
conocida
historia
se
cuenta
por
primera
vez
en
una
obra
de
Voltaire,
uno
de
los
filósofos
franceses
impulsores
de
la
Ilustración.
Él
había
estado
exiliado
en
Gran
Bretaña
e,
impresionado
por
el
avanzado
pensamiento
anglosajón,
a
su
regreso
a
Francia,
divulgó
las
nuevas
teorías
científicas
y
filosóficas.
En
su
libro
«La
filosofía
de
Newton»
cita
la
anécdota
en
boca
de
la
propia
sobrina
de
genio,
Caroline
Barton.
También
la
refiere
el
amigo
personal
y
biógrafo
de
Newton,
William
Stukeley,
quien
afirma
se
la
contó
el
propio
Newton,
ya
sus
últimos años de vida, una tarde mientras tomaban el té en el jardín de su casa.
¿Verdad
o
solo
una
bonita
leyenda?
La
ciencia
está
llena
de
descubrimientos
casuales.
¿Sería
la
gravitación
universal
uno
de
ellos?
No
parece
probable.
También
está
llena
la
ciencia
de
anécdotas y curiosidades apócrifas.
Sin
embargo,
la
cuestión
no
fue
resuelta
completamente
hasta
que
Newton
tomó
cartas
en
el
asunto.
Además,
la
forma
de
trabajar
de
Newton
no
consistía,
precisamente,
en
contemplar
los
fenómenos
cotidianos
que
ocurrían
a
su
alrededor.
No
realizaba
experimentos
de
Física,
como
sí
hacía
el
italiano
Galileo
Galilei.
Su
laboratorio
estaba
dedicado
entero
a
la
Alquimia,
a
la que se consagraba largos períodos de tiempo y en la que creía firmemente.
Así
pues,
es
bastante
dudoso
que
existiera
la
famosa
manzana,
aunque
eso
no
le
resta
encanto a una historia archiconocida, incluso por los legos en Física.
Para
empezar,
existían
ya
muchos
precedentes
que
apuntaban
hacia
la
gravitación:
las
leyes
de
Kepler
del
movimiento
planetario
o
los
estudios
de
Hooke
–
contemporáneo
de
Newton
–
sobre
las
fuerzas.
Parece
que
este
último
llegó
a
proponer
la
existencia
de
la
fuerza
gravitatoria
e
incluso
esbozó
un
cálculo
matemático para obtenerla.