Estás en: Inicio > Curiosidades > Lecturas
Endorfinas del amor
Sin
duda
alguna,
habrás
escuchado
alguna
vez
la
afirmación
de
que
entre
los
miembros
de
una
pareja
hay
muy
“buena
química”;
pues
bien,
los
últimos
estudios
sobre
el
funcionamiento
de
nuestro
organismo
indican
que
es
totalmente
cierto,
aunque
tal
vez
sería
más
correcto
afirmar
que
entre
ellos
hay
muy
“buena
bioquímica”.
Esto
es
así
desde
que,
en
1975,
se
descubrieran
una
serie
de
sustancias
que
juegan
un
papel
crucial
en
el
desarrollo
de
nuestras
emociones:
las
endorfinas.
en
grandes
cantidades
durante
el
parto,
además
de
provocar
las
contracciones
del
útero,
es
la responsable de los fuertes lazos existentes entre madres e hijos.
Realmente,
el
fenómeno
es
mucho
más
complejo,
aunque
evidencia
que
la
presencia
o
no
en
nuestro
organismo
de
ciertas
sustancias
puede
mejorar
nuestro
bienestar,
no
sólo
en
el
amor,
sino
en
otros
muchos
aspectos
de
la
vida.
En
ello
se
basan,
por
ejemplo,
los
tratamientos
farmacológicos
de
la
depresión.
Pero
debe
tenerse
en
cuenta
que
las
endorfinas
son
generadas
internamente
por
nuestro
propio
cuerpo,
y
que
su
producción
se
puede
favorecer
manteniendo
ciertas
actitudes
positivas.
Piensa
tan
sólo
que
la
risa,
por
ejemplo,
provoca
la
producción
de
adrenalina,
que
se
relaciona
con
la
creatividad
y
la
imaginación,
dopamina,
que
estimula
nuestra
agilidad
mental,
y
serotonina,
entre
cuyos
efectos
está
también
el
disminuir
la
ansiedad.
Así
que
mantén
siempre
una
sonrisa,
que
al
parecer es muy saludable.
Las
endorfinas
son
compuestos
químicos
producidos
por
nuestro
organismo,
que
actúan
como
neurotransmisores,
es
decir,
intervienen
en
la
transmisión
del
impulso
nervioso
permitiendo
a
las
células
neuronales
comunicarse
entre
ellas.
Estas
endorfinas
son
segregadas
en
cantidades
superiores
a
las
habituales
en
determinadas
situaciones,
y
sus
efectos
sobre
el
comportamiento
son
evidentes.
Así,
cuando
una
persona
se
enamora,
aumenta
su
atención
al
sentirse
atraída
por
otra,
gracias
a
la
noradrenalina,
y
su
pensamiento
queda
ocupado
única
y
exclusivamente
por
la
imagen
de
su
pareja,
que
le
hace
incluso
perder
el
apetito,
de
lo
cual
debemos
culpar
a
la
serotonina.
La
dopamina,
por
su
parte,
es
la
conocida
como
“molécula
del
bienestar”,
y
su
presencia
en
el
organismo
en
cantidad
superior
a
lo
habitual
lleva
a
los
enamorados
a
tratar
de
repetir
las
experiencias
agradables una y otra vez.
Por
último,
entra
en
juego
la
oxitocina,
cuya
función
es
reforzar
los
vínculos
afectivos,
por
lo
que
se
podría
denominar
la
“molécula
del
apego”;
se
cree
que
esta
neurohormona,
liberada